sábado, 14 de mayo de 2011

Una Sábana como la de Virxilio



Esta semana los trasgos se me llevaron una entrada que dedicaba a Virxilio . Decía de él que había pasado desde mi extensa ignorancia a un lugar destacado en mi admiración más sincera. Alejado del mundo artístico se tomó la fotografía como una profesión con que mantener a su familia, acabando, en mi opinión, a la misma altura que muchos reconocidos maestros.
Dejaba también en aquella entrada un vídeo para motivar vuestra curiosidad, si es que ésta aún no le conocía.
La idea de servirme de una simple sábana para retratar gente ya estaba en mi cabeza antes de tener noticias de Virxilio. Y esta semana la saqué, por fin, no sin acordarme de la que él utilizaba para sus retratos, aquellos que hacía con la última finalidad de acabar en un DNI.
La sesión con la sábana duró poco más de diez minutos, un juego breve, pero os iré dejando los resultados de seguido. Empezando por la entrada anterior.
A pesar de creerme poseedor de cierta experiencia con los protagonistas no fuí capaz de tener en cuenta que lo más evidente era que se salieran del encuadre.