sábado, 29 de enero de 2011

Laberinto Interior



Cuando paseo por mi interior lo hago en silencio, aunque al pasar delante de algunas puertas me apetezca silbar o tararear algo hasta que me aleje.
En otras me aseguro de que permanecen cerradas aún sabiendo que nadie va a poder entrar en éllas. Una manía.
Hay algunos sitios en que me detengo, miro hacia arriba y dejo que me bañe la calidez de un recuerdo, la ilusión de un deseo...o simplemente la luz, ésa que todos tenemos por algún sitio, por qué no, cercano a otro oscuro.
Nunca empleo demasiado tiempo o, si lo hago, me pierdo por pasillos, salas, antesalas y recuerdos.


Todavía tengo pendiente encontrar y reunir a mis caballeros para tomar la fortaleza entera ... Tener el control.