(Alba llega hasta la piedra en que me siento como lo haría la mismísima Sisí, si se llevara un serio disgusto, a mitad de un vals en el baile más elegante del último lustro)
- Que estoy enfadada.
-¿Conmigo?
-¿Por qué?
-Porque me han dicho que canto mal.
-¡Vaya!...
- ¡Lo que haga falta!
-...!...Eso parece demasiado tiempo.
-Me da igual.