jueves, 13 de noviembre de 2008

De potes, fabadas y amagüestu











Cada vez que me veo en la obligación de formatear el ordenador tardo más días en volver a sentarme delante de él. Como este mes. Cosa que, al final, agradezco enormemente pues dejo de perder el tiempo delante de la pantalla para perderlo entre fogones, o pisando la espesa capa que ya cubre el monte mientras Noah y yo buscamos castañas y cogemos algunas ramas de ocalito. Tiempo de potes y fabadas, con lo recogido hace ya más de un mes, tiempo de amagüestos y de algún que otro pitu de calella.

Olores, sensaciones y pequeños descubrimientos que disfruto a través de mis sentidos y que se me multiplican a través de los de Noah. Regalos que nunca tendrá el verano.